Un enorme Aimar se une a la fiesta (3-0)

Aimar cuajó uno de sus mejores partidos con el Benfica, con un gol, una asistencia y un grandísimo partido

Ya no quedan adjetivos para describir el fantástico juego del equipo lisboeta. Son ya dieciséis los partidos consecutivos conociendo únicamente la victoria. Y no sólo eso, si no que el equipo divierte a los aficionados con un juego al alcance de muy pocos. Ayer en el Estadio da Luz la gente no podía estar más contenta. Su equipo ganó tres goles a cero, pero sobre todo, realizó un partido soberbio, sin dejar ninguna oportunidad al rival, con numerosas llegadas al área rival y con un juego en equipo que hace soñar a los seguidores benfiquistas.

El comienzo del partido describía a la perfección lo que sería el resto de 90 minutos. Ya en el minuto 10, Aimar sacaba un córner a la perfección que remataba Luisao y el balón pasaba rozando el poste derecho. Diez minutos después, el argentino volvía a intentarlo en otro córner, esta vez llevando el balón a la cabeza de Sidnei que con un gran remate batía al portero rival. Numerosas ocasiones llegarían hasta el final de la primera parte, dos de las cuales acababan en remate al poste y al larguero. Roberto descansaba tranquilo en su área ya que el Vitoria Guimaraes no llegó en ninguna ocasión importante. Al descanso las águilas rojas se iban con un gol por delante pero desplegando un futbol asombroso.

La segunda mitad fue más de lo mismo. Dominio absoluto del Benfica y, en el minuto 4 de este segundo periodo, la ventaja se haría más grande con un auténtico golazo del Mago Aimar. Sidnei le devolvía el favor a Aimar del primer gol, se cambiaban los papeles y el defensa metía un balón de 60 metros a la espalda de la defensa; el argentino conseguía el asombro de los aficionados con un control de balón sublime y de inmediato cruzaba el esférico lejos del alcance de el meta Nilson. Un golazo que Aimar lo celebraba con Sidnei, la pareja del partido. En el minuto 76 Cardozo fallaba un penalty después de una falta de Joao Alves a Saviola. El paraguayo lanzaba fuera el balón. Sólo en una ocasión llegaría con peligro el Guimaraes: después de un pase entre líneas muy protestado por la afición por posible fuera de juego, el delantero Edgar se encaraba solo a la portería de Roberto, disparaba un cañonazo, pero el guardameta español se encuentra en el mejor momento de su carrera y sacaba el balón a corner con una fantástica parada. Ya en el tiempo de descuento, Martins también quiso aprovechar su oportunidad y se sumaba a la fiesta con un golazo de auténtico crack, haciendo una vaselina desde fuera del área al meta rival. Un resultado que, contando las ocasiones del partido, podría haber sido mucho más abultado. Cabe destacar que se le anularon dos goles al equipo benfiquista, uno de Saviola, injustamente señalado, y otro de Cardozo, en el límite del fuera de juego.

Pablo Aimar realizó uno de sus mejores partidos con la camiseta del Benfica, dio una asistencia de pase, contribuyó en todas las jugadas de peligro y convirtió el segundo gol del equipo con un control y una finalización de crack mundial. El Cai se reivindica, y no sólo contribuye en las victorias de su equipo si no que también llama a la puerta de la selección. Aimar dejó el terreno de juego en el minuto 70, entrando por él Carlos Martins, y se llevó la mayor ovación de la noche por parte de los aficionados, quienes recompensaron el magnífico partido del argentino.

El Oporto venció al Sporting por dos goles a cero y sigue a ocho puntos del conjunto lisboeta. En cambio, el Benfica está dispuesto a luchar hasta el final y lo demuestra con una forma de jugar de alto nivel futbolístico.