jueves, 27 de enero de 2011

Un partido loco que conduce a semifinales (0-2)

Cuatro penaltis en el partido, tres de ellos fallados. En la imagen, la primera pena máxima que erra Cardozo.

Hacía tiempo que los aficionados benfiquistas no sufrían tanto en un partido (seguramente desde el último encuentro de Champions League frente al Schalke 04). Fueron 90 minutos de auténtica locura, donde pasó de todo y no pasó nada. Fue un encuentro con pocas oportunidades, en ciertos momentos incluso aburrido. Pero los penaltis y el riesgo a caer eliminados tanto del Benfica como del Río Ave le daban esa tensión que los dos equipos necesitaban. Un total de cuatro penas máximas y tres de ellas falladas hacen que el partido pase a la historia y el Benfica a semifinales, donde le espera el Oporto.



El encuentro comenzaba bastante equilibrado, los dos equipos intentando tener la posesión del balón. En el minuto 9, un penalti más que dudoso de Coentrao podía poner por delante al Río Ave. Pero aparecía la figura de Julio César, quién tiene asumido que es el segundo portero del equipo pero que lo ayuda en cuanto lo necesita. Una parada soberbia que mantenía el marcador inicial. El Benfica tomaba el mando del partido y mediante los centros peligrosos de Aimar y Gaitán llegaba el peligro a la portería de Mario Felgueiras. En el minuto 36, el balón golpea en la mano de un jugador del Río Ave dentro del área, penalti y tarjeta amarilla. El encargado de tirarlo es Cardozo, que también lo falla. Una gran estirada del portero ponía las tablas tanto en el marcador como en los fallos de pena máxima. Sólo siete minutos después, nuevo penalti a favor de las águilas rojas, esta vez más claro por un empujón a Saviola cuando iba a cabecear un balón. Cardozo vuelve a ser el elegido para lanzarlo y esta vez decide tirar un auténtico zapatazo que, aunque pasa por el medio y por el lado del portero, a Felgueiras le es imposible de atajar debido a la fuerza con la que va la pelota. 0-1 y acaba la primera parte.

La segunda mitad empieza con dominio local, con acercamientos tímidos al área de Julio César. Aimar seguía muy activo y por él pasaban todas las jugadas de peligro. La más clara, un pase del argentino a su compatriota Saviola que estrella el balón en el poste. En el 75 volvería la locura, otro penalti a favor del Benfica. Esta vez, decide tirarlo David Luiz y así, calmar el ambiente que lo sitúan en el Chelsea para la próxima temporada. Sin embargo, el defensa la manda a las nubes. Cinco minutos después volvía a aparecer la gran figura de Julio César, quien hacía una grandísima parada, a tiro de Bruno Gama, sacando un balón que iba directo a la escuadra derecha de su portería. A falta de tres minutos para que acabara el partido, Cardozo recoge un balón en el borde del área y sin pensárselo dispara con su pierna izquierda, el balón lo intenta despejar con la cabeza un defensa pero lo que consigue es desviar el balón y descolocar al portero local. Un 0-2 definitivo que daba el pase a las semifinales a las águilas rojas.

El héroe de la noche fue Julio César, parando el primer penalti que fue clave para animar a su equipo y salvando el empate en el minuto 80 con una valiosísima estirada. Pablo Aimar estuvo muy partícipe durante todo el partido, jugó 78 minutos y entró en su lugar Carlos Martins. Ahora, espera el Oporto en semifinales, la semana que viene. Es un partido clave para demostrar quién está más en forma de los dos mejores equipos de la temporada. Os lo contaremos aquí, en el blog de Pablo Aimar.

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